Estrictamente nocturna, es casi imposible observar en horario diurno. " La fuina" como se le conoce popularmente en Asturias, es un voraz depredador como no podía ser de otra manera debido a su condición de mustélido. Muy extendida por nuestros bosques, aunque como decía no es "visible" ya que sólo se mueve en la noche, una imagen (desgraciadamente) muy típica de la garduña con luz del día, se da en las carreteras, donde caen bastantes ejemplares víctimas de atropellos. Su pequeño tamaño le permite "colarse" en pequeños huecos y cavidades lo que le hace muy eficaz en la caza de pequeños roedores, también le permite la entrada en propiedades humanas como son los gallineros, motivo por el que siempre ha sido señalada en las zonas rurales por sus sangrientas incursiones.
Las fotografías están realizadas con barrera de infrarrojos invisibles, una noche de lluvia en una zona previamente controlada, donde se mueve este espectacular animal, compartiendo territorio con ginetas y al menos una marta.