sábado, 21 de abril de 2012

El ave negra y las plumas mojadas. (CORVUS CORAX)


A pesar de las inclemencias, subí a la montaña; la lluvia y los días nublados también dan resultados interesantes. El momento y lugar escogido era propicio para observar y fotografiar aves carroñeras... Aunque los grandes necrófagos no aparecieron, si lo hizo el córvido más conocido, el cuervo, un ave tan común como distante . Siempre alerta, se fiaba más de su vista que de su oído, de ahí este acercamiento a mi cámara, seguramente escuchaba el característico sonido de la cámara reflex cuando hace una foto, pero no veía a nadie ni a nada, así que se paseaba con relativa tranquilidad por delante de mi objetivo.


Como explicaba en la entrada anterior del alimoche , los córvidos suelen ser los primeros en llegar al cadáver y su color aunque es negro  funciona como  reclamo para los grandes carroñeros. En la imagen, aunque el día es oscuro y nuboso se aprecia como se reflecta la luz en sus plumas. A pesar de que su pico es fuerte y robusto, no poseen la fuerza suficiente para abrir el cuerpo, de esta sutil manera solicitan la presencia de otras aves con más fuerza.











 Interesado en los restos de carroña paseaba a la vera del animal muerto, pero  no le quitaba ojo a la zona donde yo estaba.






                             Finalmente se decidió, cogió lo que sus limitaciones físicas le permitían  y se fue...






  Al cabo de un cuarto de hora, minuto arriba minuto abajo apareció, supongo que después de poner a buen recaudo el alimento. 



  Los días lluviosos dan un atractivo diferente a las fotografías, personalmente, si el animal está relativamente cerca, prefiero las imágenes de los días nublados, si son lluviosos mejor. El cuervo con esta mojadura hace una escena diferente, probablemente en un día soleado, dadas las horas que eran de la tarde , la luz sería muy  dura y el plumaje del córvido no luciría tan elegante.



 Picoteaba y vigilaba la zona pero nada podía hacer sin sus parientes lejanos los buitres leonados que en esta jornada no se dejaron ver... El inquieto cuervo ansiaba su llegada aunque no sé si tanto como yo...








miércoles, 18 de abril de 2012

Una visita inesperada. (PLEGADIS FALCINELLUS)

Las lluvias no cesan, bastante arriesgado salir al monte  sin traerse a casa  una buena mojadura, creo que lleva unos 11 días lloviendo en la Cordillera Cantábrica, ya he perdido la cuenta... Recién estrenada la nueva cámara, las ganas de disfrutar de otra emocionante jornada fotográfica , son si cabe mayores. Como decía la climatología  no acompaña, estos días me he movido por la costa gijonesa en busca de aves frecuentes en esta zona y de migratorias que por aquí puedan parar a descansar y alimentarse para continuar su viaje. Por el litoral se podían ver garzas, garcetas, vuelvepiedras, algún correlimos oscuro... 
Mi sorpresa fue cuando llegué al siempre interesante Parque Isabel la Católica, este parque ortnitológicamente hablando es una mina, aparte de las especies endémicas de la zona y de las introducidas, hay que añadirle las migratorias que siempre te pueden sorprender...

  Esto es exactamente lo que me sucedió en esta ocasión... Cuando llegué al familiar y cotidiano parque, me dirigí al estanque grande, por la parte del Molino Viejo, donde suelen estar las fochas y donde hay una buena vista del islote del medio; dormidero de cormorán y de garza real, entonces vi al protagonista de este articulo. (No puede ser, me digo, parece un morito... un Ibis europeo...) Rápidamente acudo a la imprescindible guía de aves, veo la foto y lo identifico perfectamente, pero al leer la letra pequeña,  veo que el autor especifica literalmente que es un ave migratoria que se instala en el este de Europa y que el la Península solo se puede ver en la costa levantina, catalana y aguas continentales de Andalucía como el Parque Nacional de  Doñana donde cría desde 1993. Bueno sin más empecé a "disparar" dándole vueltas e intentándome explicar que hacía este peculiar ave por estos lares...



  Confiado y colaborador el morito se dejó fotografiar tranquilamente, mientras las lluvias daban un descanso y salía este agradable rayo de sol...




  Me intereso, por la especie y acudo a blogs y páginas de ornitólogos asturianos, estaba seguro que a ellos, siempre tan constantes e incansables observadores de aves de Asturias no se les había escapado la presencia del morito. Efectivamente los expertos lo han detectado  en el mes de marzo, concretamente señalan que hay un grupo de unos 30 ejemplares, asiduos de la Aliseda Pantanosa en la zona del Parque Fluvial del Piles, muy desconfiados , recelosos de la presencia humana y destacan este amistoso ejemplar, que probablemente como se ha instalado en el Parque Isabel la Católica, contagiado por la actitud del resto de aves y entender que los gijoneses  no somos depredadores, se muestra tan confiado.
Los entendidos explican esta agradable visita como una consecuencia de la sequía este año en las zonas del sur de la Península, este hecho ya se había producido hace 5 años cuando se les ha visto por última vez por las zonas del litoral cantábrico.



  Como decía es el "Ibis" que tenemos en Europa, ave más típica de países africanos, en el antiguo Egipto en su día fue un animal venerado y asociado a los dioses, seguramente la forma de su pico nos recuerde a alguna imagen de los clásicos pergaminos egipcios.


  A pesar de su aspecto oscuro y aveces negruzco, cuando el sol brilla en su plumaje se aprecian preciosos colores.
  Un placer tenerte temporalmente entre nosotros, espero que te guste Asturias y vuelvas más a menudo, no por los cambios climáticos en las zonas que frecuentas, si no porque aprecies la riqueza del territorio asturiano y confíes en sus habitantes humanos...





martes, 10 de abril de 2012

Astucia y eficacia. "El raposu" (Vulpes, vulpes)

  El pequeño cazador, apareció en escena cuando menos lo esperaba... Yo estaba bien posicionado, a una altura superior que la suya, el sol en mi espalda y  bien apostado... Como decía no pensaba que sería el astuto "raposu" el que pasaría por delante de mi objetivo; es una zona frecuentada por grandes venaos y paso de asiduo de jabalíes así que probablemente el protagonista de mi posible fotografía sería de bastante mayor tamaño, de ahí la  generosa distancia que nos separaba... Con este tipo de fotografía el acercamiento nunca es suficiente, pero una distancia menor puede ser el motivo del  fracaso , con facilidad puedes  ser detectado. Pensé en arriesgarme y acercarme  un poco más a "maese raposo" pero disfrutaba observando su jornada de caza, no  advertía mi presencia y verlo ensimismado en las bocas de las galerías de los pequeños roedores era realmente interesante, por qué estropearlo.


  Saltaba cambiando su posición con su característica rapidez atlética, excavaba  en un lado y se desplazaba al otro, no fallaba... Al menos dos desafortunados roedores fueron víctimas de sus fauces. 



   El pequeño cazador, cuando se sintió satisfecho, se permitió el lujo de reposar el almuerzo  a modo de una pequeña siesta sentado tal y como se puede observar en esta última foto de la secuencia, antes de que volviera a abrir los ojos y sin alterar de su descanso, desaparecí con mi cámara en el monte...