domingo, 3 de agosto de 2014

Secuencias de un corzo en ladra. (Capreolus capreolus).


 Ellos, los machos son mas desconfiados, siempre están en alerta, saben que su cabeza es un trofeo para algunos hombres... Suelen ir acompañados de las hembras, este ejemplar en concreto va  casi todo el año acompañado de dos, pero estos días de ladra, las llega a agobiar, literalmente huyen de él, con el paso de los días ellas entrarán en celo y estarán receptivas, solas, volverán al territorio en busca del corzo. Mientras, él marca sus dominios alejando a cualquier intruso, y más preocupado de la perpetuación de la especie que de su alimentación e incluso de su integridad, "baja la guardia" y las hormonas le obligan a enfrentarse a aquello que considera invasor. 

  Decir que el camuflaje disimulaba mi silueta humana perfectamente, de otra manera, nunca se hubiera acercado tanto al objetivo, el galán no consiguió sacar de mi presencia más que el ruido del obturador de la cámara, cuando lo creyó conveniente cambió de posición alejándose y dejándome una salida de su territorio sin ser visto.