martes, 23 de julio de 2013

El escuadrón del bosque. (SUS SCROFA).

 Grupo familiar de jabalíes asentado en la parte baja del bosque, las  elevadas temperaturas de las zonas altas los desplazan a esta parte  de la montaña donde son más moderadas y el agua está cerca. 


  "Fozaban" plácidamente y yo, con el sol a la espalda podría haberme acercado unos metros más al variopinto y nutrido grupo de jabalíes, pero mi experiencia de un encuentro días atrás con ellos , me obligaba a "disparar" desde una zona de protección... Dos días antes, nos habíamos cruzado en mitad de un  camino próximo a esta zona, en direcciones encontradas, ellos subían, yo descendía... Atardecía y prácticamente no había luz así que la cámara ya estaba en la mochila,  al verlos, con paso firme fui frente a ellos con la seguridad de que se apartarían y dejarían paso al "valiente e intrépido humanoide".  Pero... No fue así el jabalí más robusto, el que está a la izquierda de la imagen me hizo frente ante la mirada atónita de su congéneres y la de el ya menos "osado humanoide", que sorprendido tuve que sacar el trípode y mostrárselo al defensor del "escuadrón", el percance no trascendió, pero la moraleja dice que  mal asunto ser tan descarado ante un grupo de jabalíes con rayones de por medio, son animales valientes hasta la temeridad cuando tienen crías a su cargo.






 El grupo no tardó en percibir la presencia del "enemigo" de dos patas, en formación y protegiendo a los pequeños, desaparecieron en el bosque...




domingo, 21 de julio de 2013

El astuto. (VULPES, VULPES).






 Una mañana veraniega de este caluroso mes de Julio de 2013, el sol ya calentaba con fuerza y la retirada de la montaña  estaba cerca, descendía yo de las cumbres, arriba "lorenzo ya apretaba". Bajaba por el sendero haciendo el mínimo ruido posible y fijándome en los prados que quedaban a los lados, la tupida vegetación propia de estas fechas, me permitía observar desde una posición privilegiada.  De pronto detecté al "astuto" que solo por esta vez se convirtió en el "cazador cazado". Como decía, desde mi favorable posición era improbable que me detectara, al menos visualmente.




  El "raposu" a lo suyo, su objetivo seguramente roedores e insectos tan abundantes en la estación estival. Poco a poco, inconsciente de mi compañía, se acercaba, era cuestión de tiempo o de  distancia que percibiera el sonido de la cámara...








  Su instinto cazador o algún rastro, sin saberlo lo traían hacia el objetivo de la "caza inofensiva".






  Como antes decía cuestión de tiempo era que escuchara el sonido de la cámara y así fue, no sin antes deleitarme con su cercana presencia y su grata compañía.