jueves, 27 de febrero de 2014

NI TANTO NI TAN LOBO.

  Eran los primeros días de la primavera pasada y poco tiempo llevaba el ganado en el monte. Las noticias de ataques del lobo eran ya cotidianas a diario en la prensa local, con una clarísima y diferenciada zona oriental asturiana que se hacía notar.  Según los testimonios de algunos ganaderos de esta reivindicativa zona asturiana, existía una auténtica plaga lobuna, testimonios que difieren totalmente de las declaraciones y estudios de reconocidos profesionales y entendidos del cánido y de otras especies salvajes de nuestra región. 

  Como decía aquel día primaveral, con el equipo a cuestas y al amanecer ya estaba posicionado en una buena zona lobera que llevaba tiempo controlando y donde había conseguido grabar al escurridizo cánido meses antes, en el invierno.En esta zona de alta montaña de la parte central asturiana, donde a pesar de albergar la presencia de lobo y soportar algún ataque que otro, los profesionales de ganadería de aquí no son tan ruidosos como los de la zona oriente, mi opinión es que viven acostumbrados a él y asumen ciertas bajas que los grandes y abundantes mastines del lugar con sus carrancas o ellos mismos no pueden evitar. 
  
  El cielo ya se intuía completamente despejado y los primeros rayos de sol me permitían moverme con cierta agilidad entre las peñas. Subía el "collao" con la intención de crestear por una zona con una buenísima visual dejando el sol a la espalda. El equipo a esas horas pesaba más si cabe y el aparatoso telescopio cada cierto tiempo me obligaba al descanso, fue en una de esas pausas cuando divisé la escena... Vi al cánido con su hocico pegado al "xato"  que yacía tendido en el suelo y soltando lastre me paré, solté telescopio y saqué la cámara de su funda y pensé ;  "Ahí lo tengo es el lobo, la zona es frecuentada por ellos, está comiendo ganado y  mi subconsciente contaminado con todas las noticias de aquellos días me hizo equivocarme... Con los prismáticos recién colocados en mis ojos ya pude ver con total claridad el collar y la carranca de aquel indisciplinado cachorro de mastín ...



  Fui rápido por si podía hacer algo por el "xatu" y confiado me acerqué al perro sin dudar ni un momento que se apartaría a mi llegada, pero no fue así, el hambriento can me hizo frente y no me permitió acercarme, el ternero estaba muerto, no se movía ante las arremetidas de aquel otro animal que un día fue su protector. El cadáver parecía fresco, sangraba y no estaba rígido, observaba a distancia la escena cuando apareció otra protagonista que aportaba más dramatismo al suceso, seguramente su madre...


Foto finalista en el concurso "Conservación del lobo ibérico" de Ecologistas en acción.

 Muchas preguntas y dudas me pasaban por la cabeza en aquellos instantes y puede que sólo estaba seguro de que aquel lugar era una zona lobera, que lo que yacía muerto ante mi era ganado doméstico y que evidentemente presentaba mordeduras de cánido por su cuerpo, tuve claro que aquel desafortunado ternero no iba a engordar las listas de animales atacados por el lobo en el año 2013. Mientras hacía mis cábalas ya había marcado en mi teléfono el 112 y me ponía en contacto con las autoridades competentes, que en todo momento se interesaron por el suceso, la zona exacta y las imágenes, incluso el Guarda mayor de la zona me telefoneó horas después para recabar más información. 

  Pensativo acabé abandonando el lugar y recapacitando sobre toda aquella experiencia vivida, sacando conclusiones y dándome cuenta, que yo mismo que me considero un defensor del cánido salvaje, dudé o incluso estaba seguro que lo tenía delante atacando ganado... ¿Cuantas veces habrá sucedido algo similar? ¿Cuantos muertos (y nunca mejor dicho) le habrán endosado al lobo injustamente?. En ningún momento digo que la muerte del animal haya sido causada por el mastín, lo que estaba claro es que se alimentaba de su cuerpo con todas las teorías que podemos deducir de esto. 

 Por todo ello concluyo con una reflexión o una moraleja dirigida tanto a defensores como a detractores del lobo, a los unos decirles que no encasillen tampoco a la gente del medio rural, no todos son radicales como ciertos grupos con un desmesurado interés económico que salen últimamente a la palestra, que la gente de pueblo, bien por sus experiencias o bien influidos por agentes externos, hasta cierto punto es normal que arremetan contra el cánido salvaje y que desconfíen de él, como antes comentaba, yo como defensor también dudé al verme ante esta situación.   Y a los detractores les contaría esta historia una y mil veces que creo que no hace falta desmenuzar, que no siempre es lo que parece, que este animal también podría ser un buen candidato para una de esas imágenes que salen en ciertas pancartas de manifestaciones anti-lobo y que puede que muchas de estas historias de ataques no sean NI TANTO NI TAN LOBO.  

3 comentarios:

  1. Hermoso... vivencias inolvidables ♥ Gracias Ricardo.

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  2. Me ha encantado tú artículo y ha tenido gran repercusión al compartirlo, muy buen trabajo!. Formo parte de la asociación salvemos al lobo ibérico, nos puedes encontrar en facebook https://www.facebook.com/groups/397045593644409/ o en nuestra página http://salvemosalloboiberico.com. Un saludo!

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