lunes, 11 de febrero de 2013

Observar sin ser visto. (CAPREOLUS CAPREOLUS)


  Observar sin ser visto o detectado... Difícil tarea cuando el protagonista  es un animal salvaje en su medio. Los mamíferos silvestres además de especialistas en pasar desapercibidos, poseen unos desarrollados sentidos del olfato, oído o vista que les permiten anticiparse a la presencia  del torpe ser humano y en ocasiones  a sus depredadores naturales. Este joven corzo, pastaba plácidamente durante los primeros instantes de luz de esta invernal mañana   asturiana. Aún se percibe la mojadura en su pelo,  la lluvia había cesado tan solo unos instantes antes de la toma de esta imagen.





 El duende del bosque no era conocedor de la indiscreción del curioso fotógrafo... Nadie le molestaba, ni otro congénere... Ni si quiera el fuerte sonido del obturador de mi cámara alteraba su "desayuno". El viento no cesaba y eso precisamente impedía la localización del intruso humanoide por olfato u oído.





2 comentarios:

  1. Muy buenas "duende"... jejeje...
    Un abrazo amigo...

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  2. Fantasticas!!!Ante todo discrección....lema que se podrían aplicar muchos que andan por el monte como un elefante en una cacharrería...
    Saludos amigo.

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