viernes, 15 de marzo de 2013

En familia. (Capreolus, capreolus)

 Como cada tarde, esta familia de corzos sale de su encame en el bosque para pastar en los prados que se encuentran en las proximidades de su territorio. 




 Con éstos ejemplares en concreto, al ir siempre en grupo, es difícil acercarse, siempre hay un corzo que vigila. Normalmente en éste clan familiar  suele ser el macho, al que vemos con su cornamenta ya en plenitud y desprovista de borra. Aún así, con paciencia y un buen camuflaje, logré el gratificante acercamiento.



  El joven corzo, a pesar de la proximidad, parecía no tener claro el sujeto que tenía delante del hocico y lo mismo ocurría con su madre...



  Me miraban, me veían, pero en un principio no me relacionaron directamente como un peligro.




  Me permitieron esta secuencia ante la gran confusión, hasta la aparición en escena del cabeza de familia, que de un salto formó parte de la imagen que se veía a través de mi objetivo. Aquí los nervios ya fallaron y ni el encuadre ni mi pulso, permitieron una foto decente. El macho se llevó a su familia del lugar sin más contemplaciones.






1 comentario:

  1. Que bien le tienes tomada la medida a los corzos amigo.Ese macho es precioso...tiene la cuerna muy guapa.
    Salud!!

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