Como cada mañana este ejemplar de Garza Real, no faltó a la cita, eran las primeras luces de estos estupendos días soleados y fríos que el invierno asturiano nos regala. A su hora llegó con su elegancia, como decía hoy no se mostraba desconfiada, estaba a una buena distancia para mi teleobjetivo y con una luz fabulosa, así que no arriesgué más y despacio, sin movimientos bruscos, comencé a tirarle fotos, no se asustaba, de vez en cuando me miraba, pero continuaba con sus menesteres.
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| Me gané su confianza permitiéndome hacer tomas como esta, experimentando con su reflejo y el de esta simpática gallineta que por allí pasaba |
El reflejo de la garza...Simetría...
Nada escapa a su vista, se alimenta de crustaceos y peces de las aguas que frecuenta, también de pequeños mamíferos e incluso de algún ave que se ponga a su alcance.
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Características "zancadas" por la ribera del río buscando alimento.
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Durante el invierno se instala en nuestras charcas, ríos y embalses de la costa Cantábrica procedentes de países del norte de Europa donde esta estación es demasiado dura.
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Que guapas chico! Y con premeditación y "alevosía"… Un abrazo, a seguir dándole duramente Richer, jeje...
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